Hoy vamos a hablar de uno de los instrumentos más utilizados en la práctica sanitaria para evaluar la conducta de niños/as y adolescentes: BASC (Reynolds, C. R., Kamphaus, R. W., & Marqués, J. G. (2004). BASC: Sistema de evaluación de la conducta en niños y adolescentes: manual. TEA.)

¿Por qué resulta tan interesante este instrumento? La respuesta es que se obtiene información de las tres fuentes principales del contexto biopsicosocial del menor: el niño/adolescente, los padres/cuidadores y el tutor. Así, se recopilan e integran datos: emocionales, comportamentales en diversos contextos (casa, escuela, ocio…) y relacionales (clasificándose las conductas en adaptativas Vs desadaptativas).

Es un cuestionario sencillo de aplicar (ítems con un lenguaje asequible a cualquier nivel cultural), que economiza el tiempo de administración (30 minutos para el autoinforme y 20 minutos para los cuestionarios a padres y tutores, respectivamente) y corrección (opción online).

Otra característica atractiva hace referencia al rango de edad; este cuestionario se divide  en niveles que pueden aplicarse a menores de entre 3 y 18 años.

A continuación, se describen las variables sometidas a medición:

Autoinforme (S):

Actitud negativa hacia el colegio, Actitud negativa hacia los profesores, Búsqueda de sensaciones, Atipicidad, Locus de control, Somatización, Estrés social, Ansiedad, Depresión y Sentido de incapacidad, Relaciones interpersonales, Relaciones con los padres, Autoestima y Confianza en sí mismo. 

Cuatro dimensiones globales: 

Desajuste escolar, Desajuste clínico, Ajuste personal y un índice general, el índice de síntomas emocionales.

Cuestionarios de valoración para tutores (T) y padres (P):

Agresividad, Hiperactividad, Problemas de conducta, Problemas de atención, Problemas de aprendizaje, Atipicidad, Depresión, Ansiedad, Retraimiento y Somatización, Adaptabilidad, Habilidades sociales, Liderazgo y Habilidades para el estudio. 

Dimensiones globales: 

Exteriorizar problemas, Interiorizar problemas, Problemas escolares, Habilidades adaptativas y síntomas comportamentales.

Además de medir componentes emocionales, conductuales y de personalidad, esta prueba cuenta con índices de validez que guían la veracidad Vs simulación de los resultados obtenidos.

Por último, aclarar que su adquisición no es tan costosa en comparación con otros instrumentos y en relación al coste-efectividad (fácilmente amortizable, pudiendo aplicarse tanto en grupo como individualmente); sin duda, estas características la convierten en una prueba a tener en cuenta a la hora de adquirir instrumentos de evaluación: sencillos, rápidos y eficaces. 

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