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Mireia Belmonte y el Desarrollo de las capacidades

Mireia Belmonte y el Desarrollo de las capacidades

Centro Codex
7 años, 8 meses

Mireia Belmonte ha conseguido SU medalla de oro en la final de los 200 metros mariposa en los Juegos Olímpicos de Río 2016; escribo “SU”, con mayúsculas, porque esa distinción ya era de su propiedad, le pertenecía, la poseía incluso antes de sumergir su fibroso cuerpo en la piscina del estadio olímpico. Su sacrificio, dedicación, capacidad de superación y un largo etc., labraron el camino para que una niña con un gran deseo se convirtiera en una nadadora de ensueño.

Aún inmerso en ese estado de shock que provocan las grandes alegrías, su entrenador, Fred Vergnoux, declaraba: “¿Por qué no la imitan? Siempre he dicho que en el equipo hay mejores talentos. Mireia no es la más talentosa de los nadadores españoles. En la final de 200 mariposa era la más pequeña de las ocho. Hay miles de datos que explican que Mireia ha ganado el oro con trabajo, con pasión, con las ganas para eso”.

Y es precisamente esa capacidad de logro, de superación, de esfuerzo, lo que la ha situado en la élite deportiva, esa que pocas alcanzan aun contando con mejores condiciones físicas.

Esta introducción tan de actualidad, viene a ser un preámbulo que ejemplifica lo que la constancia y la práctica bien dirigida pueden llegar a lograr en ámbitos tan dispares al de Mireia como la potenciación de las capacidades cognitivas; esto es, de la inteligencia.

Cuando los padres/madres piensan en anotar a sus hijos/as a actividades extraescolares, lo último que se les suele pasar por la cabeza es apuntarlos a actividades de inteligencia emocional o de desarrollo mental; piensan: ¿si mi hijo/a tiene un Cociente Intelectual dentro de la media y aprueba todas las asignaturas, para qué va a necesitar “eso”?

El símil en el mundo de la natación vendría a ser: Si Mireia ya no se hunde en el agua, nada perfectamente, llega a las boyas y vuelve, ¿para qué invierte tanto esfuerzo? Correcto, la respuesta es sencilla: porque hizo de ello su proyecto de vida, al igual que un porcentaje elevado de los niños/as utilizarán sus recursos cognitivos para estudiar una Carrera/Fp y desarrollar su oficio a posteriori.

Ser capaces de procesar más rápido la información, aumentar la capacidad analítica, optimizar la resolución de problemas, mejorar la creatividad, tener una buena capacidad de atención y memorización o de razonamiento (entre otros), no es una cuestión de discapacidad Vs capacidad, sino que, al igual que los músculos de Mireia, la inteligencia se puede (y se debe) trabajar para potenciarla al máximo. Mientras que los músculos de Mireia se desarrollan con cada brazada, cuando se entrena la inteligencia se crean, fomentan y refuerzan conexiones neuronales (cerebrales) que no sólo mejoran los resultados académicos, sino las oportunidades de futuro de los menores.

Los predictores del éxito laboral no se conforman sólo en base al expediente académico, sino que los estudios de campo han demostrado que otros factores como la inteligencia emocional y la inteligencia cognitiva (relacionada con la rapidez mental, la determinación en la toma de decisiones, una alta creatividad…) vaticinan una pronta incorporación laboral y una mayor probabilidad de ir ascendiendo en responsabilidades (¡encaminarse hacia el oro, como Mireia!).

Como psicólogos, subrayamos la importancia y el impacto beneficioso que el entrenamiento mental (con independencia del CI) tiene en los menores, porque, como Mireia, creemos en el esfuerzo, en la adaptación del organismo (en nuestro caso en la plasticidad neuronal) y en que nunca es demasiado tarde para que los niños/as sean las personas que podrían haber sido.

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