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La importancia del juego en el desarrollo del niño

La importancia del juego en el desarrollo del niño

Centro Codex
1 año, 11 meses

¿Qué aporta el juego y jugar en la salud mental? ¿Puede existir algo más genuino que estar en el mundo jugando?

Una de las definiciones más conocidas del juego fue la propuesta por Huizinga (1949) quien indica que es “una acción libre, considerada como ficticia y situada al margen de la vida real, capaz sin embargo, de absorber totalmente al individuo que lo practica; una acción que no lleva consigo intereses materiales o utilitarios; que se desarrolla en un tiempo y un espacio expresamente definidos, según reglas establecidas de antemano, y que suscita relaciones sociales que fácilmente se rodean de misterio o acentúan mediante disfraces sus diferencias con la vida ordinaria”.

Desde que nacemos, somos una fuente inagotable de actividad: mirar, tocar, curiosear, experimentar, inventar, expresar, descubrir, comunicar, etc. Es decir, jugar. Jugar es una necesidad, un impulso vital, primario y gratuito, que nos empuja desde la infancia a explorar el mundo, conocerlo y dominarlo.

El autor y pedagogo Jean Piaget ha realizado una descripción de los principales tipos de juego que van apareciendo cronológicamente en la infancia. Para ello han establecido unos estadios evolutivos en los que predomina, entre otras cosas, una forma determinada de juego. La secuencia establecida por Piaget es:

  • Estadio sensoriomotor, entre 0 y 2 años: predomina el juego funcional o de ejercicio. A través de este se obtiene: el desarrollo sensorial, coordinación de movimientos y desplazamiento, desarrollo de equilibrio estático y dinámico, la comprensión del mundo que nos rodea, la interacción social con los adultos de referencia y la coordinación óculo-manual.
  • Estadio preoperacional, entre los 2 y los 6 años: predomina el juego simbólico. Algunos de los beneficios de este estadio al desarrollo de los niños serían: comprender y asimilar el entorno que nos rodea, aprender y practicar conocimientos sobre los roles de la sociedad adulta, desarrollar el lenguaje y favorece también a la imaginación y la creatividad.
  • Estadio de las operaciones complejas, entre los 6 y los 12 años: predomina el juego de las reglas. Éstos destacan porque son elementos socializadores que enseñan a ganar y perder, a respetar turnos y normas y a considerar las opiniones o acciones de los compañeros, son fundamentales en el aprendizaje de instintos tipos de conocimientos y habilidades, y favorecen el desarrollo del lenguaje, memoria, razonamiento, atención y reflexión.

Para los niños, el juego implica una serie de cosas que modulan, a corto o largo plazo, la adaptación que el niño tendrá respecto a su entorno.

Por lo tanto, el juego va más allá del mero entretenimiento, por eso es tan importante disponer para ello tiempos, juguetes y espacios. Muchos deberes o una agenda con múltiples actividades impedirán el juego y, por tanto, ocasionará una carencia en el desarrollo del niño, que dificultará los procesos para llegar a ser un individuo libre, formado y feliz.